Hoy os traigo un tutorial o DIY, para crear una lámpara o un portavelas (eso lo dejo a vuestra elección) a partir de una lata vacía.
Yo he utilizado un bote de Nesquik, pero podéis aprovechar cualquier lata del tamaño que más os guste. Eso sí, que sea de las de abre-fácil para evitar accidentes.
Primero lo intenté dibujando los puntos sobre la lata con un rotulador permanente, pero como el tarro lleva muchas letras y no veía muy bien el diagrama, decidí prepararlo primero en papel.
En las siguientes fotos podéis ver cómo queda el diagrama y cómo fui perforando directamente sobre él.
Ahora es el momento de pintar. Yo he utilizado un esmalte acrílico con acabado satinado de Bruguer con base al agua y un rodillo de goma espuma para evitar burbujas o brochazos.
Este es el resultado después de dos capas. Como es un esmalte de secado rápido, no ha sido necesario esperar mucho tiempo entre cada capa.
A continuación apliqué una pátina a base de betún de Judea para dar un acabado envejecido.
En este punto es donde habréis de decidir si queréis un portavelas o una lámpara de sobremesa.
Yo me decanté por convertirla en una lamparita y para ello hay que realizar un orificio en el fondo del tamaño del casquillo que vamos a utilizar, colocar el cable con su enchufe y el interruptor (esto se puede conseguir en cualquier ferretería a un precio muy asequible).
Además le coloqué cuatro patitas de madera (también recicladas de un antiguo revistero). Las patas pueden ser tapones, cuentas de madera...
Este es el interior, con una bombilla de 25 vatios, de casquillo fino.
Y este es el resultado final!!!!!!!!
Espero que os guste.
Qué buena idea!!
ResponderEliminarMe alegro que te guste. Gracias por tu comentario.
ResponderEliminar